sábado, 3 de octubre de 2009

Historia de la Disfunción Sexual Eréctil. Del Siglo 19 a la Mitad del Siglo 20. El Período de Post-Guerra.

Hacia el fin de la Segunda Gran Guerra, se constató que muchos pilotos o infantes habían sido gravemente lesionados o directamente habían perdido sus genitales. La cirugía plástica reconstructiva, tuvo su auge en estos períodos. Bergman reconstruía un neo-pene, con un pedazo de cartílago. Tales técnicas, se aplicaron luego a los problemas eréctiles pero, tuvieron éxito muy limitado por la reabsorción a que era sometido el cartílago. Sin embargo, fueron el inicio de las modernas técnicas de implante protésico: Loeffler comunicó la inserción de pequeñas láminas de acrílico dentro del pene para tratar problemas de erección. La sofisticación tecnológica y la experimentación, proporcionaron numerosos tipos de implante, en algunos casos semirígidos y en otros inflable a partir de allí hasta el presente.

Justo es reconocer que el período de post-guerra, fue un tiempo de cambios de actitud hacia los problemas de erección. El tabú lideraba los problemas de erección y la libre discusión era muy dificultosa en el periodo de pre-guerra.
La aparición del llamado informe Kinsey, en 1948, significó un antes y un después en la investigación de los problemas sexuales en general y en los problemas de erección y eyaculatorios en particular.

Apoyados en la apertura lograda por el informe Kinsey, Masters y Johnson - ginecólogo investigador y psicofisióloga, respectivamente- filmaron escrupulosamente coitos, masturbaciones con penes y vaginas artificiales especialmente diseñadas. Sus relatos e investigaciones, no han sido superados hasta el presente. Helene Singer Kaplan, aplicó las investigaciones de Masters y Johnson a la práctica médico-psicológica corriente, poniendo al alcance de los profesionales, modelos de atención clínica que combinan, inteligentemente, los conocimientos médicos, con los psicológicos.

En los últimos años, se ha reconocido a la sexología, como una disciplina multidisciplinaria (valga la redundancia), donde concurren Urólogos, Ginecólogos, Psiquiatras, Psicólogos, Psicoanalistas, Neurofisiólogos, Endocrinólogos y Diabetólogos.
Se ha reconocido la multifactoriedad de las causales de los problemas eréctiles y eyaculatorios. Se celebra la aparición de sustancias de alta tecnología y experimentación como las Prostaglandinas y los inhibidores de la Phosphodiesterasa.
Ya no invocamos a Aphrodita, y consideramos a los problemas de erección y eyaculación, curables en la mayoría de los casos.

Historia de la Disfunción Sexual Eréctil. Del Siglo 19 a la Mitad del Siglo 20. El Famoso Debate "Orgánico" vs. "Psicogénico".

Durante los finales del siglo XIX y comienzos del XX, partidarios de la escuela "orgánica" y la "psicogénica" se trenzaron en animados y agresivos debates. Sigmund Freud había fundado la disciplina del psicoanálisis en la década final del siglo. Sus seguidores explicaban las fallas eréctiles en términos de regresión y conflictos no resueltos dentro de los niveles inconscientes. El complejo de Edipo -un período determinado de la vida infantil- era el centro de las especulaciones de los psicoanalistas. Sentimientos ligados a los núcleos incestuosos, eran la médula de los conflictos que llevaban al hombre a tener fallas eréctiles.

El Psicoanálisis, fue la terapia de elección para estos problemas durante muchos años, pero en realidad, solo pudieron tener acceso a las clases más favorecidas económicamente. El exceso de masturbación -la expresión del narsicismo- fue exhibido nuevamente por muchos profesionales, generando grandes ansiedades entre los jóvenes, que creyeron tener fallas aún después de casados si continuaban masturbándose.

En 1927, la escuela psicoanalítica informó que la represión sexual era responsable de más del 95% de los casos de fallas eréctiles (XI). Especiales artefactos antimasturbatorios, fueron publicitados y vendidos para uso (y tortura) de los jóvenes.
Los Psiquiatras declararon una "guerra abierta" a los Urólogos de la época; se recomendaba no derivar pacientes a éstos especialistas. Los Psiquiatras acusaban a los Urólogos de charlatanismo. Estos últimos, defendían su práctica, con elaboradas descripciones de muchas patologías que clamaban observar.
Thomas Curling, quizá fue el primer profesional -a través de una clásica publicación de 1878- en relacionar los problemas de erección con la Diabetes y la Enfermedad de La Peyronie.

Sin embargo, el gran y contemporáneo significado de la descripción entre estas entidades, fue la aparición del cistoscopio y el descubrimiento del verumontanum. Ya muchos Urólogos habían descrito inflamaciones en la uretra posterior, coincidiendo con fallas eréctiles. Max Huhner (XII), que mantuvo férrea defensa de la perpetua irritación prostática, sostuvo que allí radicaba el núcleo patológico de los excesos sexuales. La práctica urológica, abundó en cauterizaciones de la uretra posterior e instilaciones de cantáridas. Muchos profesionales, incluyendo psiquiatras, aplicaron electricidad farádica al pene, a la uretra prostática y a la médula espinal.

Sin embargo, toda esta parafernalia, estaba destinada al fracaso. Deberíamos agregar aquí, los diferentes aparatos de sostén diseñados "ad-hoc", succionadores peneanos y otros implementos en los comienzos de la centuria (XIII)
Varios intentos quirúrgicos fueron intentados, incluidos la ligadura de la vena dorsal peneana, para retardar el reflujo venoso. Fue empleado por vez primera en 1902 (XIV) y reflotado en 1930 por Lilienthal (XV). Algunos inescrupulosos profesionales hoy, más de setenta años después, siguen empleándo tal método quirúrgico, apoyados en la ignorancia y la mala información de la gente, que atraída por el concepto quirúrgico del tema, expone su salud y su bolsillo, con prácticas que no resisten la más mínima seriedad científica.

Historia de la Disfunción Sexual Eréctil. Del Siglo 19 a la Mitad del Siglo 20. El Debate Endócrino.

Durante el siglo XIX, tres principales escuelas se disputaron el pensamiento alrededor del fenómeno eréctil. La primera de ellas, de gran predicamento, sostenía que la erección era un fenómeno endocrino. La segunda, que la explicación había que buscarla en los propios genitales. La tercera, llamada la "escuela psicológica", sostuvo que el problema eréctil residía en la mente. Examinaremos estas posiciones históricas.

La asociación entre los testículos, la conducta masculina, la potencia y la fertilidad, ha sido probablemente reconocida desde los comienzos de la práctica de la castración. Hay evidencias de esto último, desde el Neolítico, donde tribus en Asia Menor, castraron animales para la domesticación cerca de 4000 años antes de Cristo.


La práctica en humanos, probablemente en Babilonia, fue practicada como respuesta al adulterio. Sin embargo, la castración ha sido practicada por variadas otras razones. Por ejemplo, los Cristianos primeros, alrededor de la tercera centuria antes de Cristo, practicaron la castración voluntaria, para mantener el celibato religioso. Muchos grupos "civilizados" adhirieron a esta práctica para con sus esclavos, con la finalidad de controlar la rebelión de los mismos.


La castración se extendió en los comienzos del Imperio Romano, cuando potencia y libido fueron vinculados y entendidos. Muchachos castrados antes de la pubertad, podían crecer con "hábitos eunucoides", con las proporciones corporales hoy conocidas, pero con relativa docilidad en el comportamiento. Además, la castración volvía infértil al hombre, lo que los convertía en ideales guardianes de los harenes, donde cualquier transgresión sexual, podía resultar en un embarazo ilícito.


Los primitivos cristianos, para mantener el registro soprano en sus jóvenes, frecuentemente castraban. La literatura italiana está llena de historias de "castrati" y sus "cabriolas" sexuales.


Ya en recientes tiempos, los efectos de la castración sobre la potencia, han sido más claramente definidos. La práctica ocurre en partes de la India, el Medio Oriente y en China.


En muchos países europeos, como respuesta a crímenes sexuales, la castración fue practicada. Heim relata que el 31 % de tales hombres, permanecieron potentes sexualmente, y se volvieron homosexuales y paidofílicos. La retención de la potencia sexual, es conocida en arriba del 19 % de los hombres que son sometidos a cirugía o a castración química, a raíz de cáncer prostático (VII).


Sin embargo, la influencia testicular sobre la conducta sexual es más compleja. La acción sobre la libido, es notoria. No es sorprendente, entonces, que los testículos hayan sido los focos de atención para la cura de los problemas eréctiles. La ingestión de tejido testicular, ha sido preconizada en la India y, como fenómeno más conocido, en 1889 Brown-Séquard relató haber "rejuvenecido" y curado de una impotencia sexual, luego de la inyección de extracto acuoso testicular del perro (VIII).


El androgénico rol de los testículos, fue demostrado por vez primera por Berthold en 1849. Sin embargo, cierta confusión sobre la función testicular, se mantuvo por más de cien años. Los problemas, podrían resumirse en dos vertientes: un problema metodológico ya que los preparados eran crudos; un segundo problema, era la ansiedad por encontrar la solución de la edad y la impotencia, que llevaron a erróneas conclusiones y prácticas.


Numerosas ideas y prácticas quirúrgicas, llevaron en 1917 al cirujano austríaco Profesor Steinach a afirmar haber "rejuvenecido" animales con la ligadura de los vasos deferentes, lo cual -lamentablemente- llevó a practicarlo en humanos en hombres quejosos de problemas eréctiles
En Francia y en EEUU, (Chicago), se practicaron técnicas de trasplante testicular, por Voronoff (X).


A lo largo del comienzo del siglo XX, se constata que muchos urólogos practicaron la castración para curar los síntomas de la hipertrofia prostática. La frecuencia de los problemas de erección, como consecuencia de tal proceder, fue más que evidente.
Afortunadamente, luego de la Segunda Guerra Mundial, se profundizaron los estudios y experiencias. En 1934, ya Lower había demostrado el control gonadotrófico de la hipófisis sobre los testículos.


La síntesis de la testosterona y la expansión de la industria farmacéutica, permitieron entender la relación entre la erección, la acción testicular y la función sexual.
Poco se ha avanzado sin embargo, sobre el rol de los andrógenos en el mantenimiento de la función eréctil. Sobre esta última función, la controversia alimentó, a lo largo del siglo XX, las otras disidencias que continúan hasta el presente.

Historia de la Disfunción Sexual Eréctil. De la Antigüedad al "Siglo de las Luces"

En antiguos tiempos, la agricultura, y la fertilidad humana, fueron vinculadas a través de los rituales religiosos. Algunos dioses fueron revestidos de símbolos fálicos y los hombres con problemas eréctiles, concurrían, para ser ayudados, a los clérigos. Las explicaciones y las curas eran indicadas por los dioses. Los griegos clásicos le rogaban a Afrodita, y la Biblia describe casos de impotencia castigados así por adulterios cometidos.

En el Génesis, Dios ordena a Abimelech impotente a acostarse con la mujer de Abraham. También se dice que Dios permite el poder del Diablo sobre los genitales. En tiempos medievales, muchas mujeres fueron quemadas en la hoguera, en respuesta a las fallas sexuales de sus compañeros hombres.
Las enseñanzas de Hipócrates (400 años antes de Cristo), prevalecieron en la medicina occidental hasta el Renacimiento.

Hipócrates enseñó que las erecciones eran generadas por el "pneuma" (el aire) y el "espíritu vital" fluía dentro del pene. Cualquier enfermedad, o disbalance entre los cuatro humores (sangre, flema, bilis amarillenta y bilis negra) y los cuatro elementos (tierra, aire, fuego y agua), podían llevar a la impotencia. Además, como el semen era la más potente fracción del cuerpo masculino, no era sorprendente la sensación de debilidad luego de la eyaculación. Hipócrates opinaba que los excesos sexuales podían reducir la potencia - un tema que ha sido tomado, re-explorado y difundido muchísimas veces a lo largo de más de 2000 años.

A Hipócrates también pertenece la teoría que los testículos estaban conectados con el pene por cuerdas finas que facilitaban la erección. El daño de esas cuerdas -como ocurre en la castración- afectaban al hombre en su capacidad eréctil.

Durante el Renacimiento, este clásico modelo fue desafiado por Leonardo da Vinci. Él había observado que los hombres ejecutados por ahorcamiento, frecuentemente se les producían erecciones reflejas. Cuando se les cortaba el pene a tales condenados, comprobaban que estaba lleno de sangre, no de aire como sostenía Hipócrates.
Más tarde, en 1677, Reiner de Graaf demostró que la erección puede ser generada en el cadáver humano inyectando agua dentro de la arteria ilíaca.

En 1863, Eckard demostró que la erección era un fenómeno neurovascular, y que aplicando estimulación eléctrica en los nervios erigentes (en la zona pélvica), era capaz de inducir tumescencia en el perro.

Historia de la Disfunción Sexual Eréctil. Impacto del Problema Eréctil a Través de los Años.

 La habilidad para mantener la erección, es justamente especial en el ser humano. En la mayoría de los animales, la cópula es un acto rápido, con escasa necesidad de mantenerse la erección por mucho tiempo. En la rata, por ejemplo, erección y eyaculación son procesos simultáneos.

A través de la historia, los problemas de la erección influyeron en la sociedad en dos sentidos. En primer lugar, siempre y en toda época y lugar, la pérdida de la erección ha sido asociada con el sentido de humillación. En el segundo sentido, ha repercutido en determinar la validez legal del matrimonio. En los días en que el divorcio era difícil de obtener, la "no consumación" era frecuentemente un argumento para la anulación del casamiento. La humillación ha sido siempre un medio poderoso de ejercer el control social y muchos hombres han sido ridiculizados y denigrados por la exposición pública de su problema sexual.

La iglesia medieval se puso a la cabeza del terror y alrededor de la 16 centuria, produjo un amplio proceso. Mujeres amargadas y gente con reclamos basados en conflictos y disputas de paternidad, fueron las habituales víctimas de las cortes eclesiásticas. Los "jurados" de aquel entonces -teólogos, médicos y comadronas, demandaban que el acusado "pruebe" a la vista del público, la capacidad eréctil y de eyaculación. Obviamente, toda esta parafernalia, le daba un enorme poder a la Iglesia, al mismo tiempo que generaba miedo cercano al terror en los hombres. En 1677, la Corte Mayor de París, abolió estos ridículos rituales.

Sin embargo, el problema permaneció en el claroscuro para la Ley, la Iglesia y la profesión médica. En 1896, cuando la Suprema Corte de Illinois anuló un matrimonio por problemas eréctiles, un profesional médico fue llamado a otorgar evidencia.Esto está enraizado en un dilema ético: cuando la condición es difícil de probar, se requiere de un profesional médico. En este histórico caso el médico testificó diciendo que la impotencia había sido provocada por masturbación excesiva.

Metodas de Tratamiento

El problema específico que ocasiona la DSE, determina el tipo de tratamiento que se debe prescribir. Primeramente se debe definir la causa, luego buscar la solución más sencilla y menos arriesgada, la aplicación de ungüentos tan populares, no ha tenido el éxito que se ha logrado con la aplicación de drogas inyectadas, pero pueden ser útiles donde la causa tiene una base psicológica. Si un problema orgánico es la causa y los niveles hormonales son normales, el procedimiento de la inyección intracavitaria puede beneficiar a una variedad amplia de problemas eréctiles, también se puede considerar el tratamiento oral con al advenimiento de las tabletas – Viagra y Z Max-. Los procedimientos invasores, como el implante de prótesis deben ser limitados para aquellos pacientes en los cuales otros tratamientos han fracasado. Hasta la década de los años 80, la única opción terapéutica para la disfunción sexual eréctil eran las prótesis peneanas, Posteriormente se descubrió que ciertas drogas (Papaverina, Fentolamina y Prostaglandina) podían generar erecciones potentes, seguras e indoloras, cuando se inyectaban en el pene. El tratamiento de la disfunción sexual puede ser dividido en dos grandes grupos:

A.- TRATAMIENTO MEDICO NO INVASIVO.-
· Psicoterapia o terapia sexual
· Eliminación de factores tóxicos o medicamentosos
· Tratamiento hormonal
· Tratamiento no hormonal
· Medicación transcutánea.
· Aparatos de vacío

B.- TRATAMIENTO QUIRURGICO INVASIVO.-
· Inyecciones intracavernosas
· Revascularización arterial
· Prótesis de pene

· Prótesis peneanas.-
El primer uso de prótesis para lograr la rigidez peneana data de 1936, en esa época se colocaba cartílago costal en el dorso del pene, por fuera de la albugínea de los cuerpos cavernosos. A principio de la década de 1970 se introdujo una se introdujo una prótesis peneana intracavernosa para el tratamiento de la DSE. Estos dispositivos fueron inventados por Small y Carrión (16) en 1973. Por su parte Scott revolución la industria de las prótesis, desarrollando la variedad inflable. Existen diferentes tipos de ellas:

A) Prótesis semi rígidas maleables y mecánicas.
B) Prótesis inflables o hidráulicas.

Es importante tomar en cuenta que las prótesis no proporcionan una erección igual a la que se consigue con un mecanismo fisiológico normal, la prótesis no mejora la intensidad del orgasmo ni la libido. Cada tipo de prótesis tiene sus ventajas y desventajas. La elección por parte del paciente se basa en múltiples factores como son el estatus socioeconómico, la edad, estilo de vida e historia clínica.

Las complicaciones de la colocación de prótesis incluye desde el mal funcionamiento por problemas mecánicos, implantación defectuosa, perforación del cuerpo cavernoso proximal o distal. La complicación más grave es la infección de la prótesis, que en general requiere la extracción del implante.

Disfunción de Origen Venoso


El fallo fundamentalmente se refiere al almacenamiento de sangre en el seno del tejido eréctil, también se habla de impotencia por escape venoso. Aproximadamente en un 20% de los hombres presentan este tipo de disfunción por escape venoso, las causas más conocidas son las siguientes:

o Canales o comunicaciones venosas: Anomalías.-
El drenaje ectópico de los cuerpos cavernosos a través de las venas dorsales superficiales

o Anomalías de la túnica

Como corresponde a los casos de enfermedad de Peyronie.

o Disfunción celular del endotelio
Donde se produce en forma inadecuada los mediadores químicos, ejemplo el óxido nítrico.

Disfunción de Origen Arterial

Los principales factores de riesgo vascular que predisponen a padecer una DSE son:

o Ateroesclerosis.-
El 40 al 50% de los pacientes con enfermedad arterial periférica presentan problemas en la erección. La iniciación de la erección requiere de un aumento importante del flujo sanguíneo arterial a través de las arterias cavernosas. Por lo tanto, toda enfermedad de la aorta abdominal o de las arterias hipogástricas, pudendas o peniana, pueden ocasionar una insuficiencia eréctil. Además la disminución del flujo sanguíneo también puede comprometer a las arterias cavernosas, las arteriolas helicinas, la arquitectura intercelular y la función de los tejidos eréctiles del pene.

o Diabetes Mellitus.-
Constituye la causa orgánica más frecuente que ocasiona DSE, aproximadamente el 50% de los diabéticos desarrollan impotencia en el curso de su enfermedad. La fisiopatología exacta es desconocida, unos autores centran el problema en la neuropatía, otros en las causas vasculares, y otros en factores psicológicos, generadores de ansiedad en el paciente por el descubrimiento de la enfermedad y que puede afectar de manera importante al individuo, pudiendo perturbar su comportamiento. Posiblemente pueda existir una combinación de los tres factores mencionados.

o Hiperlipidemias.-
Aproximadamente entre el 40 al 50% de los varones impotentes presentan hipercolesterolemia u otros trastornos del metabolismo de los lípidos, que constituye factores que típicamente predisponen a la ateroesclerosis.
o Nicotina.-
El hábito de fumar conduce a la impotencia, se mencionan cifras de 70 a 80% de los fumadores de más de 20 cigarrillos por día han sido evaluados por impotencia. Al principio se catalogaron como pacientes con DSE de causa arteriogénica, posteriormente se demostró que era debida a la falta de relajación del músculo liso travecular y no a un anormal mecanismo corporal veno-oclusivo.

o Hipertensión arterial.-
No esta plenamente definido si es la hipertensión arterial o la medicación antihipertensiva, la culpable del fallo en la erección que a menudo presentan estos pacientes, casi en la mayoría de los estudios realizados, se menciona como un efecto directo a los medicamentos. Las drogas simpaticolíticas (alfa metil dopa, reserpina, guanitidina) se asocian con fallas en la erección y eyaculación. Los beta bloqueadores también producen en un 10 al 15% trastornos en la eyaculación.

o Alcohol.-
Disminuye la libido, cuando se deja de beber las erecciones vuelven. Si se ha bebido durante muchos años el alcohol daña en forma irreversible el hígado. El hígado normalmente en el varón destruye los estrógenos; en el alcohólico ello no sucede, con lo que aumentan las hormonas femeninas, determinando una ginecomastia, y desaparecen las erecciones.

Disfunción Neurogénica

En vista de que la erección constituye un fenómeno neurovascular, la DSE puede ser la consecuencia de una enfermedad o alteración del cerebro, de la médula espinal, los nervios cavernosos y pudendos, de los receptores a nivel de las arteriolas y de los músculos cavernosos efectores. Lo más probable que entre estos trastornos los más comunes sean los de la médula espinal. Si las vías aferentes son las afectadas, el resultado será una pérdida de la sensación táctil en el pene y la dificultad no estaría en iniciar la erección, sino en el mantenimiento de la misma. Estos pacientes tienen estudios de tumescencia peneana nocturna normales y únicamente se detectan anomalías en la evolución biotensiométrica y en el estudio de potenciales evocados somatosensoriales. El compromiso de las vías eferentes puede ocurrir como consecuencia de:

A.- Alteraciones cerebrales:
Traumatismos, tumores, enfermedad de Alzheimer,
Enfermedad de Parkinson.
B.- Alteraciones espinales:
Constituyen las causas más comunes de fallo eréctil neurogénco por ejemplo en los parapléjicos, la esclerosis múltiple, la siringomielia, los tumores espinales.
C.- Neuropatías periféricas:
El alcoholismo, deficiencia de vitaminas del grupo B. Acido fólico, amiloidosis, diabetes (la más frecuente).
D.- Lesiones yatrogénicas:
La cirugía radical en el área pelviana: cistoprostatectomía radical, prostatectomía radical, amputación abdominoperineal del recto.

Disfunción de Origen Hormonal

Tanto en animales como en los seres humanos, la potencia sexual depende de un ambiente hormonal adecuado. Los andrógenos son esenciales para la madurez sexual masculina. En el adulto la deficiencia de andrógenos genera una pérdida del interés sexual, trastornos de la eyaculación, y disminución de las erecciones nocturnas. En un estudio de hombres con hipogonadismo, sometidos a un tratamiento de reposición con testosterona, se observo un aumento de los episodios de tumescencia peneana nocturna (TPN) y un incremento de la circunferencia del pene. Sin embargo las erecciones provocadas por estímulos eróticos externos permanecen intactas a pesar de la deficiencia androgénica, aunque la importancia de los andrógenos en el interés sexual ha sido reconocida, la cantidad requerida para una función óptima es desconocida y puede tener variaciones individuales. Cualquier disfunción del eje hipotálamo-hipofisario-gonadal puede ocasionar hipogonadismo. La hiperprolatinemia secundaria a un adenoma de la hipófisis, a una insuficiencia renal crónica o a diversos medicamentos que inhiben el centro hipotalámico, conducen a una disminución de los niveles de testosterona y de la libido. El hipertiroidismo o el hipotiroidismo también pueden afectar la función sexual a través de una disminución del impulso sexual.

Disfunción Psicógena

Aproximadamente un 10 al 20% de los pacientes pertenecen a este grupo. Existe una correlación inversa entre la edad e incidencia: cuanto más joven es el paciente, existe mayores posibilidades de que su impotencia sea de origen psicógeno (hasta en un 70% de los pacientes por debajo de los 35 años). Los impulsos provenientes del cerebro envían mensajes facilitados o inhibidos, a los centros espinales de la erección, los cuales a su vez promueven o inhibe el proceso eréctil através de los nervios espinales. Por lo tanto un estímulo psicógeno (por ejemplo imágenes visuales, fantasías etc.) representa por sí mismo un inductor potente de la erección, también puede incrementarse la erección inducida por la estimulación genital (erección reflexógena). Otro tipo de estímulos como la depresión, la ansiedad, la inhibición religiosa, las fobias o las desviaciones sexuales, la personalidad obsesivo-compulsiva o una experiencia traumática anterior, también puede enviar mensajes potentes desde el cerebro al centro espinal de la erección e inhibir o interrumpir ese proceso. El mecanismo preciso de la inhibición, aún no ha sido claramente establecido, la abolición de la erección podría ser la consecuencia de una inhibición directa desde el cerebro hacia los centros espinales o de un aumento de los niveles de catecolaminas que determine que los músculos lisos cavernosos sean menos sensibles a los neurotrasmisores.

Cambios Sexuales Relacionados con la Edad

Con el envejecimiento disminuye la habilidad para lograr erecciones a través de fantasías sexuales y la erección se hace más lenta. Otro cambio relacionado con el envejecimiento es la prolongación del período refractario. El intervalo oscila de 30 minutos en los jóvenes hasta días en los octogenarios. Los niveles de testosterona disminuyen progresivamente con la edad. El hombre maduro tiene una mayor labilidad en la concentración en el momento del acto sexual, de manera que cualquier estímulo externo lo desconcentra y pierde fácilmente la erección. Además se señala en estas personas disminución de la libido y desórdenes eyaculatorios, así como la necesidad de una mayor estimulación directa genital para lograr una erección efectiva.

Clasificación de la Disfunción Sexual Eréctil

La DSE puede ser clasificada en 3 formas.

  1. Orgánica. Causada por lesiones neurológicas y/o vasculares
    (arteriales y/o venosas), lesión de los cuerpos cavernosos o trastornos
    hormonales, secundarios a endocrinopatías.
  2. Psicógena. Causada por inhibición central de los mecanismos
    de la erección, en ausencia de un daño orgánico.
  3. Mixta (Orgánica-psicogénica). Cuando están presentes
    los factores antes señalados.

Períodos de la Erección

En el fenómeno de la erección es posible distinguir 3 períodos:

1. Período de tumescencia. El pene aumenta de volumen y consistencia, dependiendo del tipo de erección y  
    la edad del paciente.
2. Período de rigidez o erección. El pene adopta la rigidez y la posición necesaria para llevar a cabo la
    penetración.
3. Período de detumescencia. El pene retorna a su estado de flacidez.

Para que se produzca y mantenga una erección adecuada se requiere de los siguientes factores: deseo sexual y excitación, niveles adecuados de testosterona, estado endocrino adecuado, integridad anatómica del pene, mecanismos veno-oclusivos efectivos e integridad de las vías neurales sensoriales y autonómicas.

La actividad parasimpática es la encargada de mantener la erección. En condiciones basales, la actividad adrenérgica mantiene el tono vascular en estado de contracción y bajo flujo.18 El inicio de la erección se produce por estimulación parasimpática mediada por acetilcolina, que inhibe localmente la liberación de noradrenalina y, a su vez, activa terminaciones no adrenérgicas no colinérgicas (NANC). Uno de los neurotransmisores de esta vía es el ON, que también es sintetizado en el endotelio vascular.

Tipos de Erección

Existen tres tipos de erección atendiendo al nivel de organización del sistema nervioso central involucrado, y los neurotransmisores encargados de convertir esos estímulos en diferentes estados del tono muscular lisocavernoso:

1. Central o cerebral, originada en la corteza y el sistema límbico subcortical.
2. Reflexógena. Ocurre por activación refleja del centro medular de la erección (localizado en los segmentos sacro 2 y 4).
3. Nocturna, de origen mesencefálico, relacionada con los fenómenos neurofisiológicos del sueño.


Figura: Mecanismo neural de la erección

Anatomía del Pene

El pene está formado por 3 estructuras cilíndricas que corren paralelamente, dos cuerpos cavernosos (CC) y el cuerpo esponjoso (CE), de menor diámetro y similar longitud, que transcurre medialmente por debajo de ellas. Para comprender el intrincado mecanismo de la erección, debemos describir los cuatro niveles de organización o complejidad estructural que permiten realizar esta función.15

El sinusoide cavernoso

Tanto los CC como el CE tienen un parénquima, músculo vascular cuya unidad funcional es el sinusoide cavernoso. Cada sinusoide se encuentra irrigado por una arteriola que es rama terminal de las arterias helicitas, y es drenado por diminutas vénulas que confluyen con las de los sinusoides vecinos para formar las venas emisarias que atravesarán la albugínea. En el estroma conectivo que rodea los sinusoides hay abundante tejido colágeno, la mayoría del tipo III, en una cantidad tres veces superior a la del tipo I.

Irrigación arterial del pene

La irrigación arterial del pene se efectúa a través de las arterias pudendas internas, las que en su segmento terminal dan lugar a las arterias penianas. Las arterias pudendas internas tienen un trayecto largo, salen de la pelvis y reingresan a través de la escotadura cística menor, lo que las hace vulnerables en casos de traumatismos pélvicos. A la salida del periné hay tres ramas: la bulbouretral, destinada al bulbo y al CE distal; la arteria dorsal del pene, que irriga el glande, y la arteria cavernosa, que irriga el CC homolateral. Las arterias cavernosas o profundas del pene penetran a nivel del hilio peniano y transcurren longitudinalmente en el eje del CC hasta el glande. A lo largo de su trayecto salen ramas pequeñas llamadas helicinas.

Disfunción Eréctil y Diabetes Mellitus.

La disfunción sexual eréctil (DSE) es una condición médica que se define como la incapacidad para lograr y/o mantener una erección suficiente para una actividad sexual satisfactoria. El término DSE define con mayor precisión la naturaleza de dicha disfunción sexual que el de impotencia1 Evidentemente no cabe lugar a dudas de que la DSE, por su impacto social, es una causa importante de la disminución de la calidad de vida en los hombres con diabetes mellitus.

Su frecuencia es significativamente más elevada en la población diabética, cuando se compara con la población general. La DSE se asocia al incremento de la edad,2-4 mal control metabólico,4 al mayor tiempo de evolución de la DM,4,5 al hábito de fumar,6 al consumo de bebidas alcohólicas,7 a la depresión,8 al uso de algunos fármacos9 y a las complicaciones microvasculares de la DM,10 entre otros factores.

Se plantea que la prevalencia de la DSE de moderada a completa es de un 20-85 %.10 El estudio de Massachussets sobre envejecimiento masculino11 comunica una frecuencia de DSE de 50 % en la población de 40-70 años de edad. Sin embargo, la aparición de DSE en los hombres diabéticos es más temprana y su prevalencia también es mayor, por lo que puede alcanzar hasta un 75 %. Se ha descrito que la DSE puede estar presente en más del 50 % de los diabéticos dentro de los 10 años siguientes al diagnóstico de la DM, e incluso puede estar presente en el momento del debut clínico.12 Su frecuencia en los pacientes entre 23 y 29 años es de un 9 %, y aumenta hasta el 90 % cuando se alcanza los 70 años.12 Actualmente se estima que existen en el mundo entre 100-150 millones de hombres afectados de DSE, y se espera para el año 2025 un incremento de 322 millones.13,14 Estos planteamientos evidencian que la DSE es un problema de salud, lo que obliga a desarrollar programas dirigidos a su prevención y tratamiento.

El propósito de este trabajo es realizar una revisión bibliográfica del tema, e insistir en la anatomía del pene, los aspectos clínicos generales y su patogenia.

Disfunción Eréctil y VIH

La disfunción eréctil no es un efecto secundario asociado a la lamivudina, ni a la estavudina, ni a la nevirapina; sin embargo, un nivel bajo de testosterona en la sangre (el hipogonadismo por su término médico) puede manifestarse como un problema del alcanzar y el mantener de una erección, así como un deseo reducido de las actividades sexuales. El hipogonadismo es un problema muy común de los hombres con VIH: 25% de todos los portadores asintomáticos tienen una concentración baja de testosterona. Además del hipogonadismo, hay muchas otras causas de la disfunción eréctil, tales como un problema con la circulación, con el sistema neurológico, y ciertos fármacos (antidepresivos, aquéllos contra la hipertensión y otros, pero no los antirretrovirales que estás tomando). Habla con tu médico especialista en VIH de este problema y controla tu nivel de testosterona. El hipogonadismo es una condición muy fácil de diagnosticar y muy fácil de tratar. Buena suerte y un abrazo.

Tratamiento de la Disfunción

¡Si tenés impotencia no te detengas: tenés que practicar!

Atención, hombres mayores de 50, no se queden lamentándose porque su "amigo" no funciona. Más allá de las canas, de la calvicie o de la barriga instalada en el cuerpo, llegó la hora de ponerse en acción, reactivar la vida sexual y liberarse de todos los males que lo aquejan.

Por más que la impotencia esté presente, lo fundamental es estar tranquilo, no reprimirse y ser consciente que el miembro viril hoy no camina. El diálogo con la pareja también es fundamental al igual que dejar de añorar aquellos tiempos vividos.

Creer que "lo pasado fue mejor" es un error que muchos hombres cometen a diario. Entonces, aparece la falta de respuesta del pene, que ya "no levanta cabeza", la autoestima queda por el suelo y lamentarse no tiene consuelo.

¡A moverse!

Hay que ser positivo, cambiar la actitud y pensar que "querer es poder". A pesar de que la falta de erección o la incapacidad para eyacular están a la vista, atrévase a intentarlo de nuevo, a mantener una relación sin temores, a proponer variantes y adaptarse a los tiempos que corren.

Las pastillas como el Viagra, Cialis o Levitra estarán siempre a su lado. Depende de cada producto, de sus ganas por volver a tener sexo y mediante un estímulo previo, el efecto comienza 30 minutos después de haber ingerido una dosis y obtendrá erecciones garantizadas que pueden durar 4, 16 horas, o casi todo el fin de semana.

Independientemente de la sustancia (Sildenafil, Tadalafil o Vardenafil), las pastillas del sexo mejoran considerablemente los síntomas propios de la impotencia como baja autoestima, escasa o nula firmeza del pene con alguna que otra eyaculación, con el fin de potenciar y mantener el pene erecto y lograr el orgasmo masculino durante el coito.

Ya sea en tabletas saborizadas o simplemente en píldoras de colores, las pastillas contra la disfunción eréctil bloquean los cuerpos cavernosos de la enzima fosfodiesterasa-5, la misma que impide una erección. Así, los músculos del pene comienzan a relajarse gracias a la fluidez de la sangre en ese sector, promoviendo un estado de placer total sin necesidad de cruzarse con la falta de deseo.

Si es hipertenso, sufre de diabetes o fuma demasiado, las "pastillas mágicas" no son ningún impedimento para tener sexo. Está comprado que su consumo beneficia la salud de los pacientes con estas características. No se deje estar: anímese a probarlas y si es necesario, a encontrar el medicamento ideal para practicar, sentir y gozar del sexo como todos los días.

El sexo es salud, genera entusiasmo, emoción, fantasías y adrenalina. Practicar, practicar, y practicar, es el mejor antídoto para combatir la impotencia y seguir disfrutando del mejor de los placeres que nadie pretende abandonar.

La falta de erección se cura practicando

No hay nada mejor que prevenir antes que curar. Si usted se encuentra atravesando la barrera de los 50, debería estar alerta ante la posible aparición de problemas de erecciones que se avecinan en detrimento de su vida sexual.

Un informe realizado por el Hospital Virgen de Macarena, en la ciudad de Sevilla, en España, señala que todo hombre que haya cumplido más de medio siglo de vida debería practicar más sexo en caso de padecer problemas de disfunción eréctil. Incluso, esta recomendación es beneficiosa para evitar la aparición del "fantasma" que aqueja a los adultos.

El estudio fue realizado en 1715 varones mayores de 50 años, de los cuales, el 57,2% reconoció sus inconvenientes para complacer a su pareja. Más allá del avance de la edad, la disfunción eréctil puede ser provocada por enfermedades como diabetes, hipertensión arterial o tabaquismo.

Cuando este problema está latente, el hombre suele ocultar sus defectos ante los demás. El fracaso en la cama se convierte en la debilidad de todo macho que no cuenta ni asume sus limitaciones. Es la herida al orgullo masculino y el gran temor para volver a intentarlo.

Para vencer este trastorno, es imprescindible contar con una pareja que comprenda la situación, depositar la confianza mutua y hablar del tema con ella sin temor alguno.

De acuerdo al cuestionario que presentaron los pacientes, las causas de una disfunción eréctil obedecen a motivos estrictamente emocionales o de baja autoestima, pero señalan que la mejor solución para sanarla es manteniendo relaciones sexuales y periódicas.

Los expertos encuentran en la estimulación como el método adecuado para que el hombre se sienta tranquilo y relajado. Los juegos eróticos previos y el interés por experimentar nuevas variantes son fundamentales para alimentar el deseo en la pareja, para que la mente del hombre quede libre de temores en el momento del coito.

Como complemento está el consumo de pastillas contra la disfunción eréctil, que revitalizan el miembro viril por su capacidad de generar erecciones placenteras y perdurables, siempre que haya un estímulo antes de la penetración.

Cualquiera sea la marca, como las famosas Viagra, Cialis o levitra, las píldoras del sexo son productivas por varios motivos. Su efecto veloz es la codicia de todo hombre: después de 30 minutos de haberla tomado, producen erecciones fuertes y espontáneas, con sexo garantizado durante más de 4 horas.

La utilización de estos medicamentos mejora la calidad de las relaciones sexuales, genera confianza en la pareja y además aumenta la autoestima en mayores de 50, generalmente deprimidos por el mal funcionamiento de su pene.

Si sufre o advierte trastornos de impotencia o de disfunción eréctil ya sabe la receta: estimúlese con su pareja, tenga sexo seguro y hágalo con frecuencia disfrutando de la magia de las pastillas.

Lea mas sobre la Disfunción Eréctil:

Disfunción Eréctil: Un problema que compete a muchos

Contrario a la creencia prevaleciente, la disfunción eréctil es un problema muy común en los hombres y se afirma que la mayoría de población masculina mundial la padece mínimo una vez en la vida. Se estima que, solamente en América del Norte, al menos 10 millones de hombres padecen impotencia sexual crónica, por lo que se puede inferir que este asunto tiene dimensiones mucho más masivas de lo que muchas veces se presume.