sábado, 3 de octubre de 2009

¡Si tenés impotencia no te detengas: tenés que practicar!

Atención, hombres mayores de 50, no se queden lamentándose porque su "amigo" no funciona. Más allá de las canas, de la calvicie o de la barriga instalada en el cuerpo, llegó la hora de ponerse en acción, reactivar la vida sexual y liberarse de todos los males que lo aquejan.

Por más que la impotencia esté presente, lo fundamental es estar tranquilo, no reprimirse y ser consciente que el miembro viril hoy no camina. El diálogo con la pareja también es fundamental al igual que dejar de añorar aquellos tiempos vividos.

Creer que "lo pasado fue mejor" es un error que muchos hombres cometen a diario. Entonces, aparece la falta de respuesta del pene, que ya "no levanta cabeza", la autoestima queda por el suelo y lamentarse no tiene consuelo.

¡A moverse!

Hay que ser positivo, cambiar la actitud y pensar que "querer es poder". A pesar de que la falta de erección o la incapacidad para eyacular están a la vista, atrévase a intentarlo de nuevo, a mantener una relación sin temores, a proponer variantes y adaptarse a los tiempos que corren.

Las pastillas como el Viagra, Cialis o Levitra estarán siempre a su lado. Depende de cada producto, de sus ganas por volver a tener sexo y mediante un estímulo previo, el efecto comienza 30 minutos después de haber ingerido una dosis y obtendrá erecciones garantizadas que pueden durar 4, 16 horas, o casi todo el fin de semana.

Independientemente de la sustancia (Sildenafil, Tadalafil o Vardenafil), las pastillas del sexo mejoran considerablemente los síntomas propios de la impotencia como baja autoestima, escasa o nula firmeza del pene con alguna que otra eyaculación, con el fin de potenciar y mantener el pene erecto y lograr el orgasmo masculino durante el coito.

Ya sea en tabletas saborizadas o simplemente en píldoras de colores, las pastillas contra la disfunción eréctil bloquean los cuerpos cavernosos de la enzima fosfodiesterasa-5, la misma que impide una erección. Así, los músculos del pene comienzan a relajarse gracias a la fluidez de la sangre en ese sector, promoviendo un estado de placer total sin necesidad de cruzarse con la falta de deseo.

Si es hipertenso, sufre de diabetes o fuma demasiado, las "pastillas mágicas" no son ningún impedimento para tener sexo. Está comprado que su consumo beneficia la salud de los pacientes con estas características. No se deje estar: anímese a probarlas y si es necesario, a encontrar el medicamento ideal para practicar, sentir y gozar del sexo como todos los días.

El sexo es salud, genera entusiasmo, emoción, fantasías y adrenalina. Practicar, practicar, y practicar, es el mejor antídoto para combatir la impotencia y seguir disfrutando del mejor de los placeres que nadie pretende abandonar.

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